jueves, diciembre 12

"Si quieres otra realidad, debes convertirte en otra persona"



Lleva años defendiendo que podemos llegar a controlar nuestra mente y la realidad.
La mente determina la experiencia exterior, porque todo se reduce a campos de energía, de modo que nuestro pensamiento altera constantemente nuestra realidad. Es posible cambiar circunstancias de la realidad si sabemos cómo.

Pues debo de ser muy torpe.

Si sostiene los mismos pensamientos, si lleva a cabo las mismas acciones y vive con los mismos sentimientos y emociones, su cerebro y su cuerpo seguirán igual; pero cada vez que aprende algo establece nuevas conexiones que cambian físicamente su cerebro.


Nos pasamos la vida aprendiendo.

No todos. Aun así, aprender no es suficiente. Has de aplicar lo que aprendes, y cuando empiezas a experimentar las emociones de esa experiencia, entonces literalmente das nuevas señales a tus neuronas y creas nuevas sinapsis: a eso se le llama evolución.


Si fuera tan sencillo...

Siempre estamos creando un futuro, lo que pasa es que solemos crear el mismo, reafirmamos nuestra personalidad. Vivimos dirigidos por una serie de pensamientos, conductas y reacciones emocionales memorizados (temor, culpabilidad, falta de autoestima, enfado, prejuicios...) que son muy adictivos y que funcionan como programas informáticos instalados en el subconsciente.


¿Dónde está el cambio?

En ser más grande que las circunstancias de tu vida. O somos las víctimas de nuestra realidad o los creadores.


Suena a autoayuda.

Si analizamos grandes personajes de nuestra historia, vemos que todos ellos pensaron e imaginaron un futuro el suficiente número de veces como para que su cerebro cambiara literalmente, hasta el punto de que sentían esa experiencia deseada como si ya hubiera sucedido.


Primero crearon el cambio en ellos. Cambiar significa ir más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo. Podemos hacer que el pensamiento sea más real que cualquier otra cosa, y lo hacemos a diario: si estamos conduciendo por una carretera pero concentrados en nuestro pensamiento, no vemos la carretera, no sentimos nuestro cuerpo y no sabemos cuánto tiempo ha pasado. Ese estado es el que utilizamos para crear.

Absortos en la emoción. Pero la mayoría de las personas están pensando en sus problemas en lugar de pensar en las posibilidades.
 

Pero pensar en algo no lo hace real.

Una vez tenemos una visión, nuestro comportamiento debe responder a las intenciones. La mente y el cuerpo deben trabajar juntos. Tenemos que escoger de manera distinta de como hemos escogido para que pueda suceder algo nuevo. Si quiere crear una nueva realidad personal, tiene que, literalmente, convertirse en otra persona.


¿Cómo?

Mediante un programa de meditación desligada de misticismos que pretende que el cerebro y el cuerpo no respondan de forma predecible. Se trata de que se convierta en una habilidad, de abrir la puerta del sistema operativo, de todos esos programas subconscientes donde realmente ocurre el cambio.

Pongamos, por ejemplo, la ansiedad...El escáner de alguien con ansiedad o con depresión es el mismo: el cerebro empieza a segregar química como si eso que teme la persona estuviera sucediendo, y con el tiempo esa química se convierte en adictiva.


¿Cómo salir del bucle?

Meditación significa familiarizarse con. Si haces conscientes tus pensamientos y tus hábitos automáticos y observas las emociones, empiezas a objetivizar tu mente subconsciente. Si te familiarizas con los aspectos de ti mismo que crean la ansiedad (o lo que quieras cambiar), durante la vigilia observarás cuándo empiezas a sentirte de esa manera y serás capaz de cambiarlo.


¿Y a partir de ahí?... Si decides quién quieres ser, cuál es el gran ideal de ti mismo, qué pensamientos quieres tener, qué conductas quieres demostrar, qué emociones quieres experimentar; si te recuerdas cada día quién ya no quieres ser y quién quieres ser y empiezas a pensar en nuevas formas de ser, cuanto más pienses en ello y más lo planifiques, más estás instalando los circuitos en el cerebro.

Cuanto más te observes a ti mismo, menos serás tú mismo.

Exacto. Si podemos enseñar al cuerpo a confiar en el futuro y vivir en la alegría, creamos nuevas conexiones. Una atención clara y una emoción elevada cambian el destino. Pero requiere disciplina. El simple pensamiento positivo no funciona, porque la negatividad está instalada en el subconsciente. Los cambios verdaderos consisten en ser consciente de tus reacciones inconscientes.


¿Y qué dicen sus colegas?, ¿le tratan de esotérico, chiflado...?

Hay una división intelectual: tengo colegas que defienden teorías similares a las mías y somos tan científicos como los que defienden modelos más convencionales. Pero yo propongo que se pruebe y se juzgue.


La ley del cambio

Nuestra personalidad y nuestra realidad se han construido según cómo pensamos, actuamos y sentimos.

Con mucha disciplina, entrando a diario en nuestro cerebro, podemos, según Dispenza, crear nuestra realidad.

En su último libro, Deja de ser tú (Urano), explica cómo y propone un aprendizaje de cuatro semanas. Quiropráctico con una vida de película, tuvo una lesión que le hizo replantearse las capacidades de nuestro cerebro y se convirtió en bioquímico y neurocientífico.

"Primero investigué las remisiones espontáneas de enfermedades y analicé qué tenían en común las personas que lo conseguían. Luego decidí reproducirlo, y todo lo que es reproducible se convierte en una ley".
 

Fuente: http://forum-psicologos.blogspot.com.es/2013/12/si-quieres-otra-realidad-debes.html
 
TU MENTE CREA LA REALIDAD, Entrevista al Dr. Joe Dispenza
 
 

domingo, noviembre 24

Tres cosas importantes hay en nuestra vida: tiempo, esfuerzo y atención


A veces, cuando las cosas nos van bien, tenemos la extraña percepción de que algo falla. Es una sensación curiosa, una mezcla de frustración, desánimo e insatisfacción que nos sorprende y nos parece difícil de aceptar teniendo en cuenta nuestras circunstancias. Las cosas parecen ir bien, pero en ese momento nos sentimos como si algo no estuviera funcionando correctamente. En estas condiciones es tentador ponernos profundos y creer que algo importante va mal, que "en el fondo" las cosas no nos llenan o que esa vida no es para nosotros. Pero la realidad, en la mayor parte de los casos, suele ser mucho más sencilla. Lo que falla no es el “qué”, es el “cómo”. Dicho de otra forma, el problema no está en nuestras relaciones, ni en nuestro trabajo, ni las cosas que tenemos, el problema está en la forma en la que vivimos nuestra relación con esas cosas.

¿Qué sentido tiene estar jugando con nuestros hijos o acariciando a nuestra pareja mientras pensamos en los problemas del trabajo?

Lo primero que habrá que revisar es cómo distribuimos nuestro tiempo. Es nuestro recurso más valioso. Es lo que antes se va a terminar, lo que antes echarás de menos y lo más importante, es lo único que nunca podrás recuperar si lo pierdes. La clave es elegir bien en qué lo invertimos. Tenemos que asegurar que las cosas que hemos elegido, aquellas que nos parecen realmente importantes, tengan tiempo suficiente. No tiene sentido quemar nuestros días en pequeñas distracciones o apagando fuegos puntuales que en ocasiones ni siquiera nos importan. Nos distraemos con esas cosas solo porque no nos paramos a pensar qué pintan en nuestras vidas o porque no hemos sabido decir que no a alguien. La clave está en asegurarnos de que lo verdaderamente importante tenga un hueco en nuestra agenda y no aplazarlo ni un instante. Si hay algo que de verdad queremos hacer, tenemos que hacerlo ya, ¡cuanto antes! No tiene sentido esperar a que ocurra solo, porque lo más probable es que nadie lo haga por nosotros.  

Centrar el foco  

En segundo lugar debemos recuperar el control de nuestra atención. La atención es el foco, el objetivo de la cámara con la que miramos al mundo. Sentimos, pensamos y actuamos sobre aquello a lo que atendemos. Y tenemos un pequeño problema, no podemos atender a todo. Por eso debemos elegir, seleccionar una parte del mundo y dejar la otra fuera. Así, el mundo, nuestro mundo, será solo una pequeña parte del mundo real. La buena noticia es que podemos elegir qué parte de ese mundo haremos nuestra. Es importante saber que si nosotros no ejercemos ese control, alguna parte poco racional de nuestro cerebro lo hará por nosotros, con todo lo que eso significa.

Cuando algo nos apasiona somos capaces de asumir más riesgos para conseguirlo y resistimos mucho mejor la frustración

Por si esto fuera poco, también están las agencias de comunicación, empresas de tecnología, redes sociales, etc., todos están luchando por conquistar un pedacito de ese recurso, y creedme cuando digo que cuentan con gente muy buena y lista pensando cómo hacerlo. Por eso es tan importante recuperar el control de nuestra atención. Estar realmente presente, atentos a lo que ocurre, es lo que hará que nuestro tiempo sea de calidad. ¿Qué sentido tiene estar jugando con nuestros hijos, acariciando a nuestra pareja o leyendo un libro apasionante mientras pensamos en los problemas del trabajo, el mal resultado de nuestro equipo o las últimas noticias cargadas de pesimismo? Probablemente este es el gran desafío de nuestro tiempo, ser capaces de estar presentes en aquello que realmente nos importa, de situar toda nuestra atención en aquello que nosotros hemos elegido, sin mezclarlo con nada ni nadie que no lo merezca.  

La flexibilidad, el ingrediente definitivo  

Lo último que debemos tener en cuenta es cuánto y en qué vamos a esforzarnos. El esfuerzo suele ser una consecuencia de la pasión. Cuando algo nos apasiona somos capaces de asumir más riesgos para conseguirlo y resistimos mucho mejor la frustración y los contratiempos que ocurren mientras lo intentamos. Pero en ocasiones pasión y esfuerzo no van de la mano, y es en estos casos cuando nos sentimos más confusos. Cuando esto ocurre es posible que nuestro esfuerzo esté encaminado a huir o a prevenir ciertas cosas que nos asustan o nos preocupan. En estos casos no nos sentimos satisfechos, ni felices, nos sentimos, en el mejor de los casos, aliviados. Estamos seguros de que existen situaciones en las que este esfuerzo por prevenir lo que nos asusta está completamente justificado, pero en la mayor parte de los casos, el problema es sólo que no nos hemos parado a pensar lo suficiente. La clave es si queremos vivir huyendo de lo que nos asusta o luchando por lo que nos importa, porque no siempre son compatibles y de la elección que hagamos dependerá en gran medida que consigamos o no nuestros objetivos más preciados.    

Resumiendo, si consigues gestionar a la perfección tu tiempo, decidir de manera completamente autónoma a qué vas a atender y esforzarte única y exclusivamente en aquello que realmente te apasiona, lo siento pero me temo que tampoco serás feliz. La perfección es una de esas cosas que nos llevan a perder tiempo en correcciones innecesarios, a despilfarrar nuestra atención en detalles irrelevantes y a esforzarnos en prevenir errores absurdos. El ingrediente principal para que esta receta funcione es la flexibilidad. Así que luchemos por ser mejores cada día a día mientras disfrutamos de vez en cuando de nuestra humana y maravillosa imperfección, ¡mucha suerte en el intento! 

 

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-11-05/tres-cosas-importantes-hay-en-nuestra-vida-tiempo-esfuerzo-y-atencion_50142/

viernes, noviembre 22

Preguntas y respuestas sobre la autoestima

¿Qué es la autoestima?
 
Seguro que alguna vez has oído hablar de la autoestima, pues bien, podemos decir que la autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre nuestros pensamientos, sentimientos, las experiencias que tenemos a lo largo de la vida. La autoestima no es estática y no es algo que podamos decir que hemos nacido con o sin ella.
 
¿Puede la autoestima variar con el tiempo?
Efectivamente, la autoestima varía a lo largo de nuestra vida, en función de nuestra situación personal, laboral, sentimental, etc. Podemos decir que cuando existe una concordancia entre lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos, y además estamos satisfechos con ello, nuestro nivel de autoestima es más elevado.
 
¿Qué importancia tiene?
Es muy importante tener un buen nivel de autoestima. La baja autoestima es un factor que en muchos casos desencadena otros problemas como inseguridad, ansiedad, depresión, problemas de alimentación, alcoholismo, obsesiones, etc.
 
¿Es malo tener mucha autoestima?
Tener un buen nivel de autoestima no es ser egoísta. Hay personas que confunden la autoestima con el egoísmo y se trata de cosas distintas. El egoísmo es pensar en nosotros primero y en nosotros después, muchas veces sin tener en cuenta lo que piensan, sienten o esperan los demás de nosotros. Un buen nivel de autoestima, por el contrario, es pensar en nosotros como un ser más de la humanidad, con sus virtudes y sus defectos, no creernos mejor ni peor que nadie, sino únicos y diferentes, simplemente.

Las personas con autoestima asumen riesgos, cometen errores y aprenden de ellos, tienen, por supuesto, en cuenta las opiniones de otras personas, pero defendiendo siempre sus derechos, ideas y opiniones, sin ofender a otros. Tiene confianza en ellos mismos y si algo no les gusta o no les sale bien, lo intentan corregir.
¿Cómo se si tengo la autoestima baja?
Un bajo nivel de autoestima se detecta cuando vemos a los demás mejores que nosotros, sólo vemos defectos en nosotros mismos (con suerte, alguna virtud pero quitándole mérito), no damos nuestra opinión por miedo al rechazo, buscamos la aprobación en terceras personas, evitamos responsabilidades, tenemos inseguridad, no nos creemos capaces de hacer las cosas bien, tenemos miedo al fracaso, etc., en definitiva nuestra imagen está distorsionada.
 ¿Cómo puedo evaluar mi nivel de autoestima?
Por ejemplo, puedes hacer una lista con tus cualidades y tus defectos. Es importante que te esfuerces hasta conseguir el equilibrio entre los dos listados. Nadie es perfecto. Todos tenemos cualidades positivas y a mejorar. Si al hacer tu listado, sólo ves defectos, piensa que algo puede estar fallando en cómo te ves a ti mismo.

Es importante que tengamos en cuenta que nos desenvolvemos en distintos contextos en nuestra vida (con amigos, en el trabajo, en la familia, con conocidos, con desconocidos, etc) y es posible que no te comportes de la misma forma en cada contexto. Analízalo con detenimiento y busca esas cualidades. Recuerda que una misma cualidad puede ser positiva para ti mientras que para otros puede ser neutra o incluso negativa. Lo importante es cómo te veas tú.  
Y la pregunta del millón: ¿cómo puedo mejorar mi autoestima?
1 - No te compares con otras personas porque cada persona es distinta. No te tomes tan a pecho los comentarios negativos de personas que no te conocen al fin y al cabo no te conocen y no saben quién eres. 
2 - No confundas autoestima con ser arrogante o egoísta. Tener autoestima te sitúa en un punto en el que aceptas y comprendes que cada persona es un mundo. Otra cosa muy distinta es pensar que eres superior o inferior a los demás, eso no es autoestima y ni mucho menos, saludable. 
3 - Identifica tus miedos, tus errores y haz frente a ellos. Todos cometemos errores. Lo importante es ponerles solución y aprender de ellos. 
4 - Aprende a decir NO, a expresar tus opiniones y tus deseos sin miedo, siempre desde un lenguaje claro y sin ofender a la otra persona con la que hablas.
 
Tal y como dice un proverbio hindú: "Hay tanto de bueno en el peor y tanto de malo en el mejor que es absurdo condenar a nadie" 
Y tú, ¿tienes un buen nivel de autoestima?
 
Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/preguntas-y-respuestas-sobre-la-autoestima

jueves, octubre 31

Si algo te da miedo, dilo en voz alta

Expresar de forma sincera las emociones reduce el miedo según acaba de demostrar un estudio de la Universidad de California (EE UU) que publica la revista Psychological Science.
 
Según los autores, ponerle nombre a las emociones en el momento en que nos enfrentamos a un temor puede hacerlo desaparecer. En sus experimentos, Michelle Craske y sus colegas trabajaron con sujetos que sufrían cierto temor a las arañas y estudiaron su reacción ante el contacto con una tarántula viva.
 
Algunos pronunciaron en voz alta expresiones como “siento ansiedad y miedo por esta fea y terrorífica araña”, mientras que a otros se les pidió que suavizaran sus emociones con frases como “esa araña no me puede hacer nada y no me da miedo”. Transcurrida una semana, los participantes volvieron a enfrentarse al animal y se les solicitó que intentaran tocarlo con un dedo mientras se medía su respuesta fisiológica, en especial cómo les sudaban las manos. Aquellos que la primera vez habían expresado sus emociones de miedo tal y como las sentían lograron acercarse más a la tarántula, e incluso tocarla, y sufrieron menos ansiedad que el resto.
Aunque aún no entienden a qué se debe este fenómeno, los investigadores aseguran que admitir en voz alta el miedo y expresar las emociones puede ayudarnos a cambiarlas o, al menos, suavizarlas. Analizando las palabras exactas que usaron los individuos para describir su experiencia comprobaron que los que más rápido habían reducido su miedo era los que usaron más palabras negativas para describir al arácnido. Según Craske, este es el primer estudio que demuestra que “el etiquetado emocional del miedo y la ansiedad en un escenario real tiene efectos positivos”. Los investigadores analizarán ahora cómo esta estrategia podría ayudar a las personas que han sufrido un trauma, por ejemplo las víctimas de un rapto o de la violencia doméstica.
 
Fuente: “Muy Interesante” (Elena Sanz) – http://www.muyinteresante.es/si-algo-te-da-miedo-dilo-en-voz-alta

miércoles, octubre 30

CINCO TÉCNICAS PARA MEJORAR NUESTRA AUTOCONFIANZA


La falta de confianza en nosotros mismos es posiblemente la emoción más frágil y desmotivante que podamos sentir. La vida siempre nos está poniendo a prueba en pequeños y grandes escenarios, nuestro día a día esta repleto de momentos en los que se nos obliga a actuar y, donde nosotros mismos, deseamos dejar constancia de lo que deseamos y a lo que aspiramos. A veces no es fácil, es verdad, pero si ponemos en una balanza todas las cosas que hemos dejado escapar debido a nuestra falta de confianza, y comprobamos que el peso de las mismas nos ha traído más pérdidas que beneficios, tal vez sea el momento de actuar.

Y todos, absolutamente todos somos capaces de mejorar esta capacidad.

TÉCNICAS PARA MEJORAR NUESTRA AUTOCONFIANZA
 
Pensemos durante un momento en alguna de esas cosas que implican confianza personal y que son tan decisivas en nuestra existencia: Afrontar una entrevista de trabajo, lograr esa meta que tenemos en mente y donde aglutinamos la mayoría de nuestros sueños, encontrar pareja o decidirnos a dar ese primer paso ante la persona que nos atrae, resolver conflictos con otras personas de nuestro entorno personal, atrevernos simplemente a decir en voz alta aquello que sentimos y pensamos...

Como podemos ver, son dimensiones realmente importantes en nuestro desarrollo personal y social, sobre las que se sustenta ese pilar llamado autoconfianza. Acceder a ella, conocerla y asimilarla requiere de una serie de pasos de los que debemos empezar a ser conscientes. Veámoslos:


1. CONVERTIR LOS NEGATIVO EN POSITIVO: 

Debemos empezar a darnos cuenta de esas situaciones en que nuestro pensamiento nos bloquea con frases como “yo no voy a poder con esto”, “no me atrevo”, “lo voy a hace mal, soy torpe”, “se van a reír de mi”, “no soy lo suficientemente bueno”.... ¿Por qué debemos “vestirnos” siempre con esa negatividad? ¿Qué tal si una mañana decidimos vestirnos con la armadura del positivismo? Probar no cuesta nada, basta con darse cuenta de esos instantes en que la negatividad nos detiene e intentar reformularla de otro modo: “soy lo bastante capaz y voy a hacerlo”, “haré realidad mis sueños, puedo conseguirlo”... De nosotros depende dar el giro hacia la confianza en nosotros mismos.
 

2. DESCUBRE QUIÉN ERES Y LO QUE QUIERES:

¿Sabes realmente lo que quieres? Si lo sabes... ¿Por qué no vas a por ello? Busca las acciones que pueden llevarte a la meta de tus objetivos, la felicidad es ese escalón al que se accede con dos o tres pasos más, puede que requiera algo de esfuerzo, pero el simple progreso, el subir subiendo peldaño a peldaño va a conseguir que te vayas sintiendo mejor. ¿Por qué no intentarlo si conoces ya lo que te motiva y lo que enciende la luz de tus sueños?
 

3. SER CONSCIENTE DE LOS ÉXITOS CONSEGUIDOS:

Todos hemos conseguido cosas en algún momento de nuestras vidas, todos hemos accedido a determinados logros en el pasado y ello nos debe valer para demostrarnos que somos capaces. ¿Si lo conseguimos una vez, por qué no podemos conseguirlo de nuevo? Y más aún, si reconocemos que somos capaces de de realizar determinadas cosas, debemos empezar a pensar en intentarlo en otros ámbitos. La autoconfianza se basa también en reconocer nuestras habilidades y nuestros aspectos positivos, para poder aplicarlos en esas otras áreas en la que nos vemos un poco más inseguros.


4. NO TE COMPARES:

Nunca. No pongas a los demás como referencia ni tengas en cuenta lo que los demás piensen de ti. Sé tú mismo. Todas las personas somo únicas y particulares, y ello nos enriquece, y si bien es cierto que todos tenemos cosas positivas y negativas, es bueno reconocer esta individualidad para envolverla de fortaleza evitando que nos sintamos “inferiores”.
 

5. ESFORZARNOS PARA MEJORAR:

Para mejorar nuestra autoconfianza debemos superarnos día tras día hasta que nos sintamos orgullosos de nosotros mismos. Para ello siempre es útil saber qué podemos cambiar para ser un poco mejores, para mirarnos al espejo y decirnos: “Voy a ser capaz”. La superación personal es un camino que se teje día tras día con el único propósito de hacernos sentir mejor y vernos a nosotros mismos como personas capaces de alcanzar las metas que nos propongamos.

 Vale la pena intentarlo.

 

 

Fuentet: http://lamenteesmaravillosa.com/cinco-tecnicas-para-mejorar-nuestra-autoconfianza#sthash.3giZOXkf.dpuf

viernes, septiembre 27

EMOCIONES EXPRESADAS, EMOCIONES SUPERADAS.

Hay una frase que yo repito mucho a mis pacientes: EMOCIONES EXPRESADAS, EMOCIONES SUPERADAS. Algunos se identifican con ella, otros encuentran dificultad en su planteamiento, pero lo que nadie me puede negar es que cuando las emociones negativas se nos ponen de manifiesto nuestro cuerpo, a nivel físico, se resiente.

Ante una misma dolencia o enfermedad su manifestación física se desarrolla de una u otra manera dependiendo del estado de ánimo con el que la afrontemos. En enfermedades como el cáncer o la fibromialgia está demostrado que el aprender a gestionar las emociones y encontrar cierto equilibro emocional, hace que la presencia de sentimientos positivos ayude a la recuperación del paciente.


¿Qué es una enfermedad en si misma?
No es más que una alteración del estado normal de nuestro organismo, o parte de él, por no poder recibir lo que necesita. Algo así como un CONFLICTO interno.

La persona se constituye en cuerpo (físico) y mente (raciocinio y emociones), ambos son necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Por tanto, tan importante es atender la carencia física que está sufriendo un determinado órgano, como atender las necesidades emocionales que tiene un paciente para combatir dicha dolencia. ¿La solución? LA PREVENCIÓN.

Si aprendemos a cuidarnos física y emocionalmente evitaremos la aparición de muchas alteraciones psicofisiológicas o las combatiremos con mayor efectividad en caso de que se nos presenten.
Se trata de un proceso de ADAPTACIÓNa nosotros mismos y al medio en el que nos desarrollamos.

¿Cómo relacionaríamos una dolencia emocional con una alteración física?

Para hacerlo de manera clara y sencilla enumeraré los órganos que se suelen ver afectados cuando no hemos solucionado emocionalmente algo que nos preocupa.

- HÍGADO:o Se le vincula con la ira, el enfado, y la agresividad.

- CORAZÓN E INTESTINO DELGADO:o Relacionado con la euforia, histeria, excitación, hipersensibilidad y nerviosismo.

- ESTÓMAGO, BAZO Y PÁNCREAS:o Se ven alterados por desequilibrios emocionales como la ansiedad, la duda, el escepticismo y los celos.

- PULMÓN E INTESTINO GRUESO.o Guardan relación con las dificultades para comunicarse cuando uno quiere imponer su palabra, el exceso de autoridad y el dominio sobre los demás.

- RIÑÓN Y VEJIGA.o Vinculados al miedo, la falta de autoestima, la timidez y la desesperanza

Como podemos ver EMOCIONES y ÓRGANOS van de la mano, por ello es tan importante hacerle caso a la expresión de las primeras para evitar disfunciones en los segundos.

miércoles, septiembre 11

El Cambio

 
El Cambio con el Dr. Wyne Dyer

Sencillamente Espectacular....
Toda vida tiene un punto de inflexión, un cambio, una toma de decisión acerca de lo que realmente importa.

Esta película cuyo protagonista principal es el Dr.Wayne Dyer, nos relata de una forma muy humana sus ideas sobre el sentido de la vida, las relaciones entre las personas y la siempre presente posibilidad de que todo puede adquirir un significado.

Al principio de nuestras vidas seguimos un camino trazado por el ego, un camino de ambición, competencia y esfuerzo. Al amanecer de nuestra edad madura con demasiada frecuencia nos encontramos atrapados en un lugar solitario y desolado que nunca tuvimos intención de visitar.

Nuestros sentimientos de tristeza y frustración nos dicen que tomamos un rumbo equivocado. El anhelo que sentimos a esta edad es una llamada a la renovación. El Cambio nos muestra el camino a casa, el camino para volver a descubrir nuestro verdadero yo, nuestro propósito, y la vida con sentido que es nuestra verdadera vocación."

De los creadores de Usted Puede Cambiar Su Vida: La Película viene un retrato apremiante de tres vidas modernas en necesidad de nuevas direcciones y nuevos significados.

lunes, julio 8

EL AMOR



 
ETAPAS DEL AMOR:
¿Qué ocurre en un primer momento? Enamoramiento: En esta fase aparece el mito, la idealización de nuestra pareja en la que no le vemos ningún defecto -tapados como estamos por la ceguera temporal de los sentimientos- y es evidente que no será por que no los tenga, solo que todavía no los hemos descubierto. La pasión, llevada al extremo de sensaciones vibrantes y novedosas, libera adrenalina -hormona que tiene la facultad de hacer activar emociones tan fuertes de forma muy rápida- pero que supone un desgaste físico impresionante para tu cuerpo y que en algún momento (en torno al primer trimestre) su propia inteligencia va a detener.
A partir de aquí, va descendiendo paulatinamente y aumentando la segregación de oxitocina y vasopresina, generando sentimientos de afecto y ternura más que de sexo puramente pasional. En torno al medio año los sentimientos de unión son cada vez más fuertes. Esta fase puede prolongarse durante un año, más o menos.
 En ésta se encuentran presentes − de menor a mayor grado − el compromiso, el romanticismo, el erotismo y la intimidad − que es la que más aumenta − Y, también es en esa fase, cuando aparecen inseguridades, desconfianzas, discrepancias y desencuentros. 
 
¿Qué ocurre en una segunda etapa de la relación? Amor y pasión: puede durar hasta cuatro años más. En esta fase, la pasión erótica decrece, aunque la pasión romántica continúa en aumento, al igual que la intimidad y el compromiso -sobre todo-. Hormonalmente decrecen paulatinamente la dopamina y serotonina. Se asociaría a la etapa de volver a querer relacionarse con el mundo y hacer más escapadas románticas con más parejas, por ejemplo.
Esta situación no significa necesariamente un paso atrás en la relación sino la vuelta a la vida social "normal". A partir del segundo año el peligro de la relación está en la rutina y la falta de innovación o el interés por la experimentación de algo nuevo dentro de la relación.
 
¿Qué cambios se dan a partir del quinto año de relación? De compañerismo. A partir del quinto año de relación aumenta la complicidad, disminuye la pasión romántica y erótica, aumentan el compromiso y la intimidad siendo más constantes. La complicidad, la comprensión del otro y la aceptación están muy marcadas ahora. En cuanto al sexo puede haber menos cantidad, pero la calidad se puede mantener, incluso algunas parejas la mejoran.
Cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre que aunque estén fuertemente unidas, su unión no destruye su individualidad, de hecho se potencia, ayudándose a ser más libres y menos esclavos de sus emociones, siendo cómplices de la vida del otro sin oprimirla.

 

Fuente: http://alavareyes.com/index.php?mid=niv151-con250

viernes, mayo 31

¿Qué sucede para que dos personas decidan poner fin a una relación matrimonial?

¿Qué sucede para que dos personas decidan poner fin a una relación matrimonial? Esta es la pregunta a la que han tratado de responder durante años los investigadores en terapia de pareja.

 Con este fin, han ido surgiendo nuevas líneas de investigación, centradas en identificar los factores predictores del fracaso conyugal. A este respecto, la APA (American Psychological Association –Asociación Americana de Psicología), ha publicado recientemente un artículo en el que recoge algunos de los resultados obtenidos a través de diferentes estudios longitudinales prospectivos, realizados con parejas de recién casados. 

Los principales resultados recogidos en dicho artículo son los siguientes: 

De acuerdo con los últimos datos del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de EE.UU. (NCHS-National Center for Health Statistics), factores como el origen sociocultural, el nivel educativo, la edad a la que se contrae matrimonio, el momento en que se decide ser padre o la existencia de problemas económicos, pueden considerarse como predictores del fracaso conyugal.

 Según un estudio llevado a cabo por psicólogos de la Universidad de Texas, y publicado en la Revista de Psicología Familiar (Journal of Family Psychology), el estrés influye de manera importante en las relaciones de pareja. 

En dicho estudio, se solicitó a 165 parejas de recién casados que, durante 2 semanas, realizaran un registro diario anotando, tanto la existencia de acontecimientos estresantes (qué tipo de situación y cuánta energía consumían para manejarla), como el tipo de interacción con el cónyuge (positiva o negativa) y su nivel de satisfacción con respecto a la relación. 

Los datos mostraron que, en los días más estresantes, los participantes informaban de más comportamientos negativos hacia su pareja, a la vez que manifestaban sentirse menos satisfechos con la relación. A la luz de estos resultados, los psicólogos concluyeron que la energía destinada a afrontar los eventos estresantes, se restaba de la energía necesaria para mantener una buena relación de pareja. 

Otro factor considerado como predictor de divorcio, es la existencia de dudas antes del matrimonio. En un estudio de 2012, realizado por investigadores de la Universidad de California (EE.UU), se encontró que las mujeres que habían experimentado dudas prematrimoniales, tenían el doble de probabilidades de divorciarse, que aquellas que no habían tenido ningún tipo de duda.  

Asimismo, el nivel de satisfacción marital se considera un importante factor predictor del fracaso conyugal. Los estudios al respecto señalan que, aquellas parejas cuyo grado de satisfacción marital declina durante los primeros cuatro años de matrimonio tienen más posibilidades de divorciarse, frente a aquellas en las que el nivel de satisfacción se mantiene. 

A modo de conclusión, la APA enumera una serie de pautas, avaladas por las distintas investigaciones, y consideradas como estrategias clave a la hora de trabajar en terapia de pareja: 

- Es importante intercambiar refuerzos positivos: conductas sencillas como dar un abrazo, decir algo agradable, o tener un pequeño detalle con la pareja (escribir una nota o dar un pequeño masaje), pueden hacer que la otra parte se sienta especial, cuidada y amada.

 - Hay algunas conductas dentro de una relación, tales como la forma en que habla y/o discute una pareja, que son susceptibles de ser modificadas. Así, ante un conflicto, es imprescindible trabajar las habilidades comunicativas, fomentando el diálogo, y aprendiendo a formular peticiones y a expresar adecuadamente tanto las quejas como los sentimientos negativos.
 
- El apoyo al cónyuge es importante, no sólo en momentos de crisis sino también en momentos de éxito, pues esto contribuye a percibir de forma positiva la relación.
 
- Es necesario tratar de evitar la rutina y el aburrimiento en la relación de pareja, introduciendo cambios positivos, y realizando actividades variadas, novedosas y/o sorprendentes.

 

 

Fuente: http://www.infocop.es/view_article.asp?id=4565&cat=51

jueves, mayo 16

Terapia en la agorafobia

La agorafobia es miedo al miedo. Los agorafóbicos temen las situaciones que puedan generarles sensaciones de ansiedad, miedo a la propia activación fisiológica y a los pensamientos sobre las consecuencias de experimentarlas, como la idea de morir.

miércoles, mayo 1

¿Te atreves a soñar?

 
Desde pequeños todos sabemos soñar. Dormidos y despiertos. Gracias a la potencia de nuestra imaginación creemos que somos capaces de cualquier cosa. Sin embargo, según crecemos perdemos esta maravillosa capacidad que luego tanta falta nos hace en la vida a la hora de ser creativos, de innovar, de cambiar nuestras vidas y de transformar nuestras empresas. Te invitamos a que te atrevas a soñar otra vez, a desafiar tu zona de confort, y a que disfrutes del placer de convertir tus sueños en realidad. ¿Te atreves a soñar?

sábado, abril 6

¿Afectan los pensamientos negativos la salud?


Piensa positivo, las emociones negativas provocan enfermedades...  

Todos los seres humanos tenemos la experiencia de lo que son los pensamientos negativos, sobre todo tenemos el registro consciente del estado emocional que nos produce. Es importante recordar que nuestros pensamientos desencadenan estados emocionales, por lo que el tipo de pensamientos que tengamos es fundamental para activar determinados estados emocionales. 

El miedo, la tristeza, la ira y el asco son estados emocionales que, cuando son intensos y habituales, afectan negativamente nuestra calidad de vida. Por lógica, las emociones negativas son uno de los principales factores de riesgo para desarrollar no sólo enfermedades físicas sino también mentales.  

Las emociones son reacciones psicofisiológicas de las personas cuando enfrentan situaciones que tienen importancia para su estabilidad psicológica, por ejemplo: el peligro, la amenaza, el daño, la pérdida afectiva, el éxito, etc. Estas son reacciones que producen cambios en la experiencia afectiva, la actividad fisiológica del organismo y en la actitud. 

Psicológicamente emociones como la alegría, el miedo o la ira son emociones básicas que se dan en todos los individuos de las más variadas culturas. Son esencialmente agradables o desagradables y forman parte de la manera en que se expresa nuestra actitud y conducta con los demás.  

El miedo, la ansiedad, la ira, la tristeza, la depresión, son reacciones emocionales básicas que van acompañadas de una experiencia afectiva desagradable o negativa, con una elevada activación de la fisiología del organismo. De acuerdo a la frecuencia e intensidad, como al significado que le otorguemos a la experiencia emocional pueden transformarse en trastornos de salud tanto mental como físico (problemas cardiovasculares, reumatológicos, inmunológicos, etc.).  

Sin embargo, la ansiedad excesiva o clínica actúa interfiriendo el rendimiento en todos los ámbitos del ser humano y se convierte en clínica en los siguientes casos:  

Cuando el estímulo presentado es inofensivo y conlleva una compleja respuesta de alerta.   

Cuando la ansiedad persiste en el tiempo, superando lo meramente adaptativo, y los niveles de alerta persisten.   

Cuando los niveles de alerta y la ansiedad interrumpen el rendimiento del individuo y las relaciones sociales.   

Una conducta “cargada” emocionalmente se realiza de forma más vigorosa, de manera que la emoción tiene la función adaptativa de facilitar la ejecución eficaz de la conducta necesaria en cada exigencia.  

Por ejemplo: la ira favorece que tengamos reacciones defensivas, la alegría favorece la atracción interpersonal, la sorpresa la atención ante estímulos novedosos, etc. 

Otro hecho bastante común es que la ansiedad está muy relacionada con la depresión. Los síntomas de tensión propios de la ansiedad tienen un impacto directo de interferir en la capacidad de disfrutar que la persona experimentaba antes en las actividades agradables. 

Dependiendo de la frecuencia en intensidad de estos sentimientos podrían transformarse en una depresión clínica. Todo ello resulta coherente con la idea bastante aceptada en la actualidad de que el estrés tiene un importante papel en la génesis de la depresión.  

Cuando la frecuencia, intensidad o duración de la ansiedad como respuesta emocional es excesiva puede dar lugar a la aparición de afectaciones a la calidad de vida. En estos casos hablamos de ansiedad patológica o de un trastorno de ansiedad. 

Es una realidad contundente hoy en día en nuestra sociedad es habitual decir que se tiene ansiedad o estoy ansioso. Lo que poco se sabe es que la ansiedad como síntoma aparece relacionada con la mayoría de trastornos afectivos, psicóticos.  

En cuanto a la ira, sabemos que es considerada una emoción negativa por la mayoría de las personas. Así, en primer lugar, la ira puede verse como negativa debido a las circunstancias que favorecen el surgimiento de la emoción, ya que suele ser evocada por acontecimientos desagradables. 
 

La ira está ampliamente reconocida como problema de salud mental significativo. A diferencia de lo que ocurre con la ansiedad y la depresión, la ira persistente todavía no está reconocida como una categoría diagnóstica en ninguna clasificación psiquiátrica oficial (véase DSM-IV-TR, 2000 o CIE-10, 1992).   

Además, la ira persistente tiene ramificaciones psicológicas, conductuales e incluso médicas significativas, ya que causa sufrimiento emocional significativo tanto en la persona que experimenta la emoción como en las personas implicadas.  

Finalmente, la ira a menudo es un componente de otros trastornos emocionales, como los de ansiedad y los afectivos.  

La Salud física  

En la actualidad para la gran mayoría de personas es aceptado que existe una relación entre los factores psicológicos y las enfermedades médicas. Nuestros estados psicológicos o emocionales, las características personales y los modos de enfrentar estas situaciones han demostrado ser de especial relevancia en este sentido (Oblitas, 2004).  

Esta afirmación es coherente con la evidencia científica actual que indica que cualquier trastorno denominado físico u orgánico suele implicar igualmente, y a distintos niveles, alteraciones psicológicas, y viceversa (Oblitas & Becoña, 2000). Entre estos factores psicológicos se encuentran el miedo, la tristeza y la ira como reacciones emocionales negativas, y sus diferentes formas clínicas: la ansiedad, la depresión y la ira persistente.  

Hoy en día hay datos suficientes para afirmar que las emociones negativas tienen un efecto negativo sobre la salud (Kiecolt-Glaser, 2009; Sandín, 2002; Sirois & Burg, 2003). Así, algunos autores afirman que las emociones positivas potencian la salud, mientras que las emociones negativas tienden a disminuirla (Fernández-Abascal & Palmero, 1999). Por ejemplo, en periodos de estrés en los que tenemos que responder a una serie de compromisos personales, laborales, afectivos, desarrollamos reacciones emocionales negativas.  

Tristeza, ira y depresión pueden conducir a la persona a desarrollar un problema de salud como las adicciones. El estrés y los factores emocionales están implicados en desarrollar enfermedades gástricas. También existe una relación entre el estrés emocional y el incremento de los procesos inflamatorios en el cuerpo (sobre todo músculo esquelético).  

Como podrán apreciar el tema es amplio y con investigaciones que se están aún realizando. Pero los seres humanos sabemos que somos seres biopsicosociales y de ahí su intrínseca relación del cuerpo y la psique.

 
 

 

Fuente: http://fitness.com.mx/medicina229.htm

domingo, marzo 31

La OCU alerta del elevado consumo de fármacos para tratar la ansiedad entre la población española



Cuatro de cada diez ciudadanos españoles ha consumido algún fármaco para tratar la ansiedad a lo largo de su vida. En el caso de las mujeres, esta cifra aumenta a 1 de cada 2 españolas. Estas son algunas de las conclusiones de una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y publicada en la revista OCU-Salud del mes de febrero.
La investigación ha sido elaborada a partir de 2.000 entrevistas realizadas a ciudadanos españoles entre 18 y 74 años, a los que se les preguntó sobre el consumo de ansiolíticos, somníferos, antidepresivos u opiáceos para disminuir el nivel de ansiedad.
Respecto a la frecuencia de consumo de estos medicamentos en el último año, uno de cada tres españoles afirmó haber recurrido a los fármacos para manejar sus problemas de ansiedad. Según establece la OCU, estos niveles de consumo en la población española resultan “llamativamente” elevados, si se comparan, además, con los resultados obtenidos en otros países como Bélgica, Italia, Portugal o Brasil.
De acuerdo a los resultados encontrados, el perfil típico del consumidor habitual de fármacos para tratar la ansiedad es el de una mujer de 34 años, con un nivel de estudio bajo-medio y en situación de desempleo o de dificultades económicas. Los motivos más frecuentes que incitan a los ciudadanos al consumo de estos medicamentos suelen ser: problemas para conciliar el sueño (32%), dificultades laborales (30%), sucesos vitales traumáticos (29%) y motivos económicos (17%).
Además, el estudio ha puesto de manifiesto que el consumo de estos fármacos suele iniciarse tras la consulta al médico de Atención Primaria (57%) y sin que los usuarios hayan recibido la información necesaria acerca de los efectos secundarios (tales como pérdida de memoria, somnolencia diurna…) o del riesgo de dependencia que pueda generar su consumo.
A la luz de los datos, la OCU alerta a los ciudadanos de los riesgos asociados a la supresión brusca del consumo de estos fármacos, entre los que se encuentra la recaída a los síntomas originales previos al tratamiento, como el aumento de las dificultades para dormir o el aumento de los niveles de ansiedad, dando lugar al empeoramiento incluso de la sintomatología inicial. Asimismo, recomienda a la población otras alternativas para manejar la ansiedad, como “cambios en el estilo de vida”, antes de recurrir a la medicación.
A este respecto, tal y como hemos publicado en varias ocasiones a través de Infocop, las principales guías de práctica clínica, elaboradas a partir de los estudios científicos de mayor rigurosidad metodológica, -como las del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido (National Institute for Health and Clinical Excellence, NICE)-, recomiendan como tratamiento de primera elección en los trastornos de ansiedad el tratamiento psicológico, mediante el entrenamiento con técnicas cognitivo-conductuales, frente a los psicofármacos.
Tal y como señaló, y explicó detalladamente, el catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Antonio Cano Vindel, en una entrevista concedida a Infocop, a pesar de que sea una creencia comúnmente extendida, “no existe apenas apoyo para el tratamiento de los desórdenes de ansiedad con tranquilizantes”, ni tampoco es cierto “que el trastorno de pánico evolucione mejor si al tratamiento psicológico se añade tratamiento farmacológico”.
Teniendo en cuenta la evidencia científica, los datos obtenidos en el estudio de la OCU invitan a la reflexión. Los altos niveles de consumo y la prescripción abusiva de psicofármacos para tratar problemas de ansiedad en nuestro país ponen de manifiesto la escasa formación de los profesionales de Atención Primaria en materia de salud mental, la falta de disponibilidad de las mejores alternativas para el manejo de estos problemas (en relación coste y eficacia), el desconocimiento de la población de los graves efectos para la salud que tienen los fármacos, así como que existen otras vías más eficaces, seguras y recomendables para tratar los problemas de ansiedad.
A su vez, caben destacar los elevados niveles de malestar psicológico entre la población española, situación que hace más necesario que nunca que se pongan en marcha estrategias eficaces que puedan dar una respuesta efectiva a esta creciente demanda. Sirva de ejemplo, la implementación de terapias psicológicas en los servicios de Atención Primaria, un modelo que ha resultado exitoso y rentable en otros países como Reino Unido, Noruega, Chile, Australia o Brasil.
 

jueves, marzo 21

¿Cómo dejar de preocuparnos?

El síntoma principal de un Trastorno de Ansiedad Generalizada es la presencia casi constante de preocupaciones o tensión, incluso cuando hay poca o ninguna causa. Las preocupaciones parecen flotar de un problema a otro, como problemas familiares o de relaciones interpersonales, cuestiones de trabajo, dinero, salud y otros problemas. Incluso estando consciente de que sus preocupaciones o miedos son más fuertes de lo necesario, una persona con trastorno de ansiedad generalizada aún tiene dificultad para controlarlos. Toda esta nube de preocupaciones, entraña que la persona, a parte de sufrir un elevado y persistente nivel de ansiedad a diario, tenga también problemas de concentración, fatiga, irritabilidad, problemas para dormir y una serie de síntomas físicos propios de la ansiedad (tensión, dolor de cabeza, temblores, nauseas, etc.) que hacen que en resumen, la persona se sienta desesperada e incomprendida.

¿Cómo dejar de preocuparnos?

  1. Aceptar la incertidumbre: pensar en todo lo que podría ir mal no va predecir el futuro, es decir no nos va ayudar a controlar más lo que pueda ocurrir. Mientras nos preocupamos dejamos de disfrutar de nuestro presente. Estemos muy preocupados o no, lo que tenga que ocurrir, ocurrirá.
  2. Pospón tus preocupaciones: cuando nos preocupamos constantemente sobre algo, no llegamos a conclusiones para solucionarlo, si no que de una preocupación saltamos a otra generándonos más malestar. Créate un espacio de tiempo al día para preocuparte; si te viene una preocupación “fuera de horas”, apúntala, y resérvala para revisarla en ese espacio de tiempo. Seguramente muchas de las preocupaciones que hayas apuntado carezcan de sentido cuando las revises.
  3. Examina tu manera de pensar: estas magnificando los problemas? Cual es la probabilidad real de que lo que temes, pase? En tu manera de pensar se esconde la clave de tu manera de sentir. Cuanto más catastrófico sea tu diálogo interno, más ansiedad y preocupación acumularás.
  4. Aprende a relajarte. Preocuparte constantemente genera mucha ansiedad, es importante encontrar espacios personales durante el día para poder relajarte y liberar tensiones.

Evidentemente, ésta es sólo una pincelada de estrategias posibles para vencer la preocupación persistente. Si ves que tu nivel de preocupación interfiere en tu vida de tal forma que te crea un elevado nivel de ansiedad, probablemente necesites la ayuda de un profesional. El mejor tratamiento para abordar el Trastorno de Ansiedad Generalizada es la terapia cognitivo conductual, en la que se ayuda a la persona a distinguir las preocupaciones reales de las que no lo son y a identificar y reparar los factores que mantienen la preocupación persistente.



Fuentes: http://www.ansiedad.info/

lunes, marzo 11

El Efecto Mariposa


 

Una pequeña decisión, un gran cambio

¿Quién no ha escuchado alguna vez la siguiente afirmación?: "Cuando Estados Unidos estornuda, el resto del mundo enferma". O tal vez esta otra: "El aleteo de una mariposa en California puede desencadenar un tornado en Japón". Ambas frases se enmarcan en un concepto que, precisamente, debe su nombre a esta última metáfora: el efecto mariposa.
Los orígenes del mismo se remontan a los años 60, momento en el que el matemático y meteorólogo estadounidense Edward N. Lorenz (1917-2008) trataba de dar con una fórmula que le permitiese predecir el comportamiento de las grandes masas de aire en la atmósfera y, por extensión, elaborar con precisión el pronóstico meteorológico. Durante el transcurso de sus investigaciones, sin embargo,
 
Lorenz se percató de un sorprendente detalle. Para asombro del científico, éste constató que cualquier pequeña variación en los datos iniciales, por ínfima que pudiera parecer —por ejemplo, trabajar con un mayor o menor número de decimales—, alteraba considerablemente sus predicciones, hasta el punto de hacerlas inviables en algunos casos. De ahí el símil entre la mariposa y el tornado, comparación que más tarde sería acuñada por el propio Lorenz.
 
El efecto mariposa, por ende, está estrechamente ligado a la noción de la sensibilidad de las condiciones iniciales y, al mismo tiempo, a la denominada teoría del caos. A grandes rasgos ésta podría resumirse como sigue: dadas unas condiciones de partida determinadas en un sistema caótico concreto, la más mínima alteración puede dar pie a que éste evolucione hacia escenarios muy dispares entre sí. Por lo tanto, el patrón de comportamiento descrito se aleja de los sistemas lineales, en los que cualquier alteración ejerce un efecto mesurable y predecible.
 
Por analogía, extrapolando esta teoría al ámbito de las relaciones personales y laborales, cabría advertir que cualquier decisión por pequeña que sea, a través de un efecto de amplificación, podría llegar a ejercer un gran impacto en el seno de la empresa, de la unidad familiar o de la persona.
 
Todos formamos parte de un sistema y por tanto podría asegurarse que la situación actual de un sistema (grupo social, entidad económica o individuo) es el resultado de las decisiones tomadas hasta ahora, de la misma forma que la situación de ese sistema en el futuro se verá afectado por las decisiones que se adopten a partir de este momento.




Fuente: http://www.pnlmadrid.es/actividades/articulos/15-el-efecto-mariposa

viernes, marzo 8

Moléculas que enganchan

Las drogas o sustancias que alteran el estado de la mente existen desde hace millones de años. Los humanos y otros muchos animales las consumen para aliviar el dolor o provocar un momento de placer. ¿Sería la fina frontera entre el uso recreativo y el uso terapéutico de las drogas la causante del tabú que recae sobre estas? Hoy en Redes, David Nutt, psicofarmacólogo y expresidente del Consejo Asesor sobre Abuso de Drogas del Gobierno británico, nos hablará sin tapujos de la adicción y de algunas de las drogas legales más dañinas con las que convivimos en la actualidad. Y la Mirada de Elsa se centrará en una de estas drogas, el alcohol, y en cómo es capaz de alterar el cerebro en desarrollo de jóvenes y adolescentes.

El éxito llama al éxito

A todos nos gusta el éxito. Vencer los retos que nos plantea nuestro día a día nos hace sentir bien y a su vez nos estimula para afrontar y vencer nuevos desafíos. Esto es lo que se conoce como winner effect o efecto ganador y de ello hablaremos con el psicólogo Ian Robertson en este capítulo de Redes. Robertson, nos mostrará cómo bien dosificado, el efecto ganador impulsa la innovación y nos hace más competitivos. ¡Pero cuidado! No hay que dejar que el éxito nos domine, de lo contrario, el efecto puede mostrar su faceta más dañina. Y en La Mirada de Elsa, aprenderemos a aceptar el fracaso para poder cumplir con nuestros objetivos.

Entre la juventud y la senectud

Lejos de ser un período de declive, la mediana edad representa uno de los momentos más importantes de nuestra vida individual y colectiva. Pese a aparecer los primeros signos de la vejez, en nuestra quinta y sexta décadas de vida los humanos estamos en uno de nuestros mejores momentos en cuanto a salud, inteligencia y relaciones. En este capítulo, David Bainbridge vuelve a Redes para mostrarnos las ventajas de gozar de los veinte años adicionales que siguen a nuestro período reproductivo. Y en su sección, Elsa Punset nos desvelará algunas claves para encajar mejor esta etapa fundamental de nuestras vidas.