viernes, agosto 5

La vida en sí no viene con un propósito universal, ni de ningún tipo, es uno mismo el que tiene que descubrir y decidir si quiere vivir la vida con un propósito, ese propósito no tiene porque ser algo grandioso, ni siquiera algo que pueda verse ante los ojos de los demás, a veces el propósito puede ser algo intimo, algo para uno, algo para los demás, algo diminuto o incluso no tener propósito, no hay porque tener una búsqueda incansable de ese propósito, como si su presencia fuera totalmente necesaria para darle sentido a nuestra vida, para mí, puede no haber propósito o inclusive puede haber propósitos temporales en etapas de nuestra vida , que podrán ir cambiando….también pienso que a veces ese propósito de la vida puede tener una forma inconsciente donde se sostiene sin tener la presencia del mismo.

Quizás, lo mejor sea no complicarse mucho la cabeza con historias que nos contamos, quizás, nos tengamos que desprender de tantas creencias, que consientes e inconscientes nos hacen estar en una búsqueda incansable de lo que se supone tenemos que buscar y hacer, quizás, lo mejor, simplemente sea fijarse en el aquí y ahora, trabajar por vivir en nuestra mejor versión, procurar ser felices y hacer felices a los demás en la medida en la que se pueda, y dejar fluir el tiempo, y si en ese fluir uno ve una o dos o tres….luces por las que caminar, pues andarlas hasta donde nos lleven….

Quizás, el propósito de la vida venga de no tener propósito.