El trastorno obsesivo-compulsivo
se caracteriza por la aparición de rituales, los cuales tienen el objetivo de
calmar la ansiedad que la persona experimenta. Existen diferentes rituales,
desde lavarse las manos varias veces hasta regresar a comprobar que hemos
cerrado adecuadamente la puerta u ordenar determinados objetos siguiendo
siempre el mismo patrón.
Dicho de esta forma no parece
algo demasiado incapacitante pero lo cierto es que a menudo un ritual lleva al
otro y suelen producir una gran incomodidad en la persona por lo que es
importante aprender a deshacerse de estas compulsiones. ¿Cómo hacerlo?
Estrategias para aprender a
controlar los rituales del trastorno obsesivo-compulsivo
1. Aplazar el ritual
Como su nombre lo indica, esta
técnica consiste en postergar la realización del ritual. Cuando sientas la
necesidad imperiosa de hacer ese ritual que te ayuda a liberar la tensión,
intenta controlar la ansiedad y aplazarlo. Al inicio es probable que logres un
aplazamiento de apenas unos minutos pero si eres perseverante, con el tiempo
lograrás posponer el ritual cada vez más.
Si realizas varios rituales, es
importante que elijas el más sencillo, el que te resulte más fácil de posponer.
De esta forma podrás alcanzar tu objetivo con mayor facilidad y te sentirás más
motivado a aplicar esta técnica a los rituales más complejos.
Cuando logres aplazar el ritual
durante al menos 30 minutos, reflexiona sobre el hecho de que no ha sucedido
nada malo por no haber cumplido el ritual. Lo único que ha ocurrido es que has
sentido más ansiedad pero esto es algo que puedes controlar sin la necesidad de
recurrir a un ritual.
En la misma medida en que logres
aplazar cada vez más tiempo el ritual, te darás cuenta de que la ansiedad es
algo que se puede controlar y aumentará la confianza en tus capacidades. Por
supuesto, mientras dejas que pase el tiempo, haz algo interesante que te
distraiga porque mientras más intentes contar los minutos, más ansiedad
experimentarás.
2. Cambiar algún aspecto del ritual
Los comportamientos compulsivos a
menudo se han convertido en hábitos, son tareas que realizas de manera
automática, sin pensar demasiado. Sin embargo, si cambias la manera de llevar a
cabo ese ritual, estarás rompiendo el círculo vicioso creado por la costumbre y
te obligarás a reflexionar sobre lo que estás haciendo.
En realidad, no se trata de un
gran cambio sino de pequeñas transformaciones. Por ejemplo, si tienes la
costumbre de lavarte las manos 10 veces, hazlo solo 8, cambia el jabón que usas
normalmente o hazlo con los ojos cerrados. Si sueles poner los objetos en fila,
cambia su disposición y si sigues un orden antes de salir de casa para
cerciorarte de que todas las puertas y ventanas están cerradas, invierte esa
secuencia y comienza por el final.
Con esta técnica continuarás
haciendo el ritual y sentirás un alivio de la tensión pero al mismo tiempo
comenzarás a tener cierto control sobre estos comportamientos y poco a poco la
compulsión irá desapareciendo.
3. Añadir una consecuencia al ritual
Cada vez que te dejes llevar por
la compulsión, añádele una consecuencia al ritual. Por ejemplo, cuando te laves
las manos, oblígate a hacer algo que no te agrade demasiado, como planchar la
ropa u organizar una estantería. En realidad, puede ser cualquier actividad,
con la condición de que te demande un poco de tiempo y que no sea una tarea muy
placentera.
Cuando en tu mente se cree una
conexión entre el ritual y esa actividad poco placentera, la próxima vez que la
compulsión luche por tomar el control, pensarás en la tarea que tienes que
hacer a continuación y el impulso se debilitará.
¿Cómo aplicar estas técnicas?
Por supuesto, no tienes que
aplicar estas técnicas para controlar las compulsiones a la misma vez, sobre
todo si notas que te generan mucha ansiedad. Puedes comenzar poniendo en
práctica una y, una vez que la domines, comenzar con la siguiente.
Obviamente, para que estas
estrategias sean realmente eficaces, también debes trabajar con los pensamientos
que dan origen al trastorno obsesivo-compulsivo.
Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2014/02/3-tecnicas-para-controlar-las.html