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Además de psicóloga, soy profesora-formadora de seguridad vial, esto me ha dado la oportunidad de ver y comprender aun mejor la fobia a conducir, y la dificultad a la que muchas personas se enfrentan, máxime, cuando es una fobia totalmente incomprendida por el entorno social, lo que arrastra a las personas que la padecen a un sensación de frustración y aislamiento, llevando en muchos casos a ocultar esta dificultad y a dar miles de excusas para no enfrentarse a su miedo a conducir.
La fobia a conducir es un trastorno de ansiedad que se supera con relativa facilidad, por ello lo más importante es dar el paso en reconocer este temor y buscar ayuda especializada.
El tratamiento siempre debe estar compuesto del abordaje psicológico unido a la práctica, para ello se hace necesario ponerse al volante.
Si deseas saber más de cómo superar el miedo a conducir, ponte en contacto conmigo y te informaré. Puedes hacerlo llamándome al teléfono: 677 79 15 36 o enviándome un e-mail a psicoeayoso@gmail.com donde puedes dejar tu teléfono y yo te llamaré.
TVE
RTVE MIEDO A CONDUCIR
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Enlace: RNE: ENTREVISTA SOBRE FOBIAS EN RTVE- (A partir del minuto 14:10) |
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Enlace: RTVE-TELEDIARIO: Amaxofobia en RTVE - telediario
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Programa de Radio: Fobias - Amaxofobia (A partir del minuto 15)
ARTICULOS:
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ENTREVISTA EN LA REVISTA -EN DEFENSA DEL CONDUCTOR- |
QUÉ ES LA AMAXOFOBIA Y COMO TRATARLA:
¡Quiero conducir!


La amaxofobia suele confundirse con una especie de inseguridad que se quita con la práctica de la conducción, pero no siempre es así, una cosa es el miedo a conducir que comporta un respeto lógico por el riesgo que entraña el tráfico, y otra la amaxofobia.
Cuando hablamos de amaxofobia, la persona puede ser perfectamente apta en el manejo de su vehículo, y en la mayoría de los casos, incluso tiene una larga trayectoria en la conducción, de forma que, no hablamos aquí de un temor por falta de confianza en el manejo del vehículo, sino de un miedo que paraliza a la persona, y que impide o restringe su capacidad para conducir, afectándole a su calidad de vida emocional y estructural.
¿Cómo se inicia? En general, se inicia con una aguda crisis de ansiedad (a veces un ataque de pánico) mientras se está conduciendo. La intensa sensación de falta de control que esta experiencia negativa provoca, acompañada de una serie de pensamientos catastrofistas sobre lo que podría haber sucedido, produce un gran impacto emocional y un fuerte temor ante la posibilidad de que la crisis se repita o se produzca un accidente de tráfico.
¿Cómo se inicia?
Otras veces la fobia a conducir aparece tras haber sufrido o presenciado un accidente de tráfico, y debido al trauma no son capaces de volver a conducir.
Existen también otras personas con problemas psicológicos relacionados con el estrés, la ansiedad, autoestima, etc., que pueden ser el desencadenante de manifestaciones fóbicas al volante.
También encontraremos otros casos en los que no se ha adquirido una buena formación como conductor, y esto lleva a desarrollar una gran inseguridad en las habilidades necesarias para la conducción que se desemboca en respuestas de intenso temor.
¿Cómo se mantiene?

Las personas con ansiedad y que dejan de conducir, entran en un círculo vicioso del que es muy difícil salir sin ayuda. La falta de práctica aumenta la sensación de ansiedad, al tener más ansiedad se evita conducir. Esta espiral en la que se entra, hace que se evite cada vez más la conducción, es por ello básico que la persona no deje de conducir.
La respuesta de huida-evitación produce una sensación de alivio de la ansiedad, esto hace que la respuesta de huida-evitación, se viva como la única posible solución para hacer frente al problema.
En otros casos no se da una evitación total, sino que se restringe la conducción a determinados lugares, o se limita a unas condiciones, como por ejemplo ir acompañado o circular sólo por un tipo de vía. En estos casos se podría hablar de una amaxofobia parcial, aunque el funcionamiento es el mismo que en una amaxofobia total, es decir; la producción del círculo vicioso. Además se ha de tener en cuenta que en ocasiones un tipo de fobia específica a una situación o condición, con el tiempo si no se trata adecuadamente puede generalizarse el miedo a otras situaciones o condiciones del tráfico.
¿Cuáles son los principales síntomas?

¿Cómo se supera?

La práctica de estas técnicas junto a la exposición en imaginación preparará a la persona para abordar progresivamente la exposición en vivo a las situaciones del tráfico que le generan ansiedad. Con la exposición en vivo la persona irá generando expectativas positivas sobre el control del vehículo, así como refutar los recuerdos negativos con pruebas realistas de la conducción, con todo ello la persona gradualmente irá perdiendo el temor a esas situaciones y volverá a conducir sin ansiedad.
Testimonio:
Sandra C.
“No te preocupes, si todo el mundo conduce, por qué tu no lo vas a hacer.
Solo tienes que tener práctica y ya verás, como en unos meses…. “ Y pasaron los
meses y esa frase me martilleaba la moral y mi autoestima” .
La gente me intentaba ayudar, pero cada vez
que cogía el coche, esa frase era un castigo y una espada de Damocles apuntando
a mi cabeza. Yo pensaba “¿por qué todo el mundo puede y yo no? Y cada vez me
veía más pequeña en la carretera, más grandes los coches de alrededor, más
estrecho mi carril y más incapaz de conducir.
Todo el mundo me intentaba ayudar y pensaban
que mi problema era normal, por haber dejado de conducir durante mucho tiempo
desde que me saqué el carnet. La gente no lo considera un problema grave y
aunque muchas veces se ponen en tu lugar, no llegan a entender hasta qué punto,
el miedo a conducir se convierte en tu peor pesadilla y más trabajando en un
sector relacionado con los coches, como es mi caso. Pero yo veía que lo mío no
era, simplemente, respeto al coche y a la conducción,
sino que era algo más. Era pánico a llegar a una rotonda, era que las
pulsaciones se triplicaban al adelantar
en autopista, que sudaba sin parar al intentar cambiarme de carril, era que mi
cuerpo temblaba al ponerme a la altura
de un camión, horror a que cambiara el
semáforo en una zona de cuesta. Todo era
un mundo y los nervios y el MIEDO me comían y veía que no avanzaba sino que
cada vez estaba más atenazada. Por eso, decidí entrar en internet y poner en el
buscador la frase que me atormentaba “miedo a conducir “y … bingo. Salió la palabra mágica. AMAXOFOBIA
Y aquello de “mal de mucho consuelo de tontos” a mí me dio la vida,
porque cuando descubres que hay más gente como tú, que existe una palabra con
la que te sientes identificada y ves que hay estudios sobre tu problema en
cuestión, es cuando empiezas a ver la luz.
Pero desde luego, el descubrir
esa palabra y comenzar a intentar solucionar el problema, era solo el
primer paso para salir del pozo en el que me veía hundida, el camino es duro y
hacerle frente a tus miedos no es tarea fácil. El hablar con la psicóloga, buscar el por qué de lo que me estaba pasando
y encarar mis propios pánicos sin darme
por vencida, me ayudo a recuperar la confianza en mí misma y darme cuenta de
que la persistencia es la clave y aún
hoy por hoy gracias a ella, intento superar mi problema definitivamente!!!!!
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