jueves, marzo 21

¿Cómo dejar de preocuparnos?

El síntoma principal de un Trastorno de Ansiedad Generalizada es la presencia casi constante de preocupaciones o tensión, incluso cuando hay poca o ninguna causa. Las preocupaciones parecen flotar de un problema a otro, como problemas familiares o de relaciones interpersonales, cuestiones de trabajo, dinero, salud y otros problemas. Incluso estando consciente de que sus preocupaciones o miedos son más fuertes de lo necesario, una persona con trastorno de ansiedad generalizada aún tiene dificultad para controlarlos. Toda esta nube de preocupaciones, entraña que la persona, a parte de sufrir un elevado y persistente nivel de ansiedad a diario, tenga también problemas de concentración, fatiga, irritabilidad, problemas para dormir y una serie de síntomas físicos propios de la ansiedad (tensión, dolor de cabeza, temblores, nauseas, etc.) que hacen que en resumen, la persona se sienta desesperada e incomprendida.

¿Cómo dejar de preocuparnos?

  1. Aceptar la incertidumbre: pensar en todo lo que podría ir mal no va predecir el futuro, es decir no nos va ayudar a controlar más lo que pueda ocurrir. Mientras nos preocupamos dejamos de disfrutar de nuestro presente. Estemos muy preocupados o no, lo que tenga que ocurrir, ocurrirá.
  2. Pospón tus preocupaciones: cuando nos preocupamos constantemente sobre algo, no llegamos a conclusiones para solucionarlo, si no que de una preocupación saltamos a otra generándonos más malestar. Créate un espacio de tiempo al día para preocuparte; si te viene una preocupación “fuera de horas”, apúntala, y resérvala para revisarla en ese espacio de tiempo. Seguramente muchas de las preocupaciones que hayas apuntado carezcan de sentido cuando las revises.
  3. Examina tu manera de pensar: estas magnificando los problemas? Cual es la probabilidad real de que lo que temes, pase? En tu manera de pensar se esconde la clave de tu manera de sentir. Cuanto más catastrófico sea tu diálogo interno, más ansiedad y preocupación acumularás.
  4. Aprende a relajarte. Preocuparte constantemente genera mucha ansiedad, es importante encontrar espacios personales durante el día para poder relajarte y liberar tensiones.

Evidentemente, ésta es sólo una pincelada de estrategias posibles para vencer la preocupación persistente. Si ves que tu nivel de preocupación interfiere en tu vida de tal forma que te crea un elevado nivel de ansiedad, probablemente necesites la ayuda de un profesional. El mejor tratamiento para abordar el Trastorno de Ansiedad Generalizada es la terapia cognitivo conductual, en la que se ayuda a la persona a distinguir las preocupaciones reales de las que no lo son y a identificar y reparar los factores que mantienen la preocupación persistente.



Fuentes: http://www.ansiedad.info/