La obesidad es un problema de
salud en el que intervienen diferentes factores físicos, genéticos,
psicológicos y ambientales. Más allá de problemas estéticos, según la OMS, la
obesidad tiene consecuencias peligrosas para la salud. Entre las más frecuentes
se encuentran: problemas cardiovasculares, trastornos del movimiento y algunos
tipos de cáncer (hígado, vesícula biliar, riñones y colon).
En los últimos años la psicología
ha tomado especial relevancia en el tratamiento de la obesidad. Los psicólogos
trabajan con personas que tienen obesidad y sobrepeso para que aprendan una
serie de herramientas que les permitan perder peso o mantener los cambios
ganados mediante intervenciones quirúrgicas para la obesidad.
¿Qué factores están implicados en la obesidad y el sobrepeso?
La obesidad se caracteriza por
ser una enfermedad multifactorial: sus orígenes y su supervivencia se deben a
diferentes causas o variables. A continuación, hacemos un repaso rápido por las
principales variables y factores asociados con la obesidad y el sobrepeso.
Factores genéticos y físicos
El debate sobre la influencia
genética en la obesidad es bastante controvertido; lo cierto es que es muy bajo
el número de los casos de obesidad se deben a razones genéticas. Si bien es
cierto que existen síndromes genéticos que presentan obesidad o sobrepeso
dentro de sus características sindrómicas, aproximadamente el 90% de los casos
de obesidad se detectan en personas sin dichos síndromes.
Los problemas de tiroides u otros
problemas hormonales también suelen ser una “creída” causa de la obesidad. La
mayoría de las personas que comienzan a ganar peso, buscan causas endocrinas o
metabólicas que expliquen dicha ganancia. Sin embrago, fracasan en estos intentos.
De este modo, aunque sí que se
han identificado determinados genes y causas físicas relacionadas con la
obesidad, estos genes son los responsables de la misma en muy pocos casos. A
muchos de los casos de obesidad se le atribuye un origen genético ya que los
padres y familiares también suelen ser obesos. Pero, esto se debe en un buen
número de casos al ambiente compartido, los hábitos alimenticios aprendidos y
la actitud hacia la comida y el cuerpo, no a causas genéticas.
Variables psicológicas asociadas con la obesidad y el sobrepeso
Las emociones son los elementos
psicológicos más asociados a la obesidad y al sobrepeso. El estado emocional de
una persona se vincula directa e indirectamente con su apetito, su conducta a
la hora de comer y también con las preferencias en el momento de escoger
alimentos.
Las emociones influyen
directamente en nuestro apetito. En función de la persona, una cierta emoción,
como la tristeza o la alegría, puede incrementar o disminuir el apetito. El
efecto es individual y depende de cada uno. Directamente, hay personas que
cuando tienen ansiedad tienden a comer más y hay otras a las que se les
“cierra” el estómago. Estos son efectos directos de la activación emocional y
sus manifestaciones físicas.
De manera indirecta, las emociones
se asocian con una predisposición a la ingesta de determinado tipo de
alimentos. Por ejemplo, el estrés laboral predispone a ingerir una menor
cantidad de alimentos, lo malo es que estos “pocos alimentos” son procesados y
con alto valor calórico. Mientras que un estado de ánimo positivo y relajado,
nos impulsa a comer más lentamente y en mayor cantidad.
Por otro lado, existe una gran
cantidad de personas con sobrepeso y obesidad que utilizan la comida como
estrategia de regulación emocional. En estos casos, frente a la frustración, el
aburrimiento o la ansiedad la persona come y en ese momento se siente mejor,
más aliviada. Así es como se crea un fuerte condicionamiento entre comer y
reducir el malestar, para que después -en muchas ocasiones- aparezcan la
culpabilidad y el arrepentimiento.
Así mismo, en los últimos años es
popular la idea de que existe una adicción a la comida. Se trata de un tema muy
controvertido y para el que la comunidad psicológica y científica todavía no
tiene un discurso unificado. Es decir, diferentes investigaciones cuentan con
conclusiones -y datos que las respaldan-, tanto a favor como en contra de que
exista una adicción a la comida.
En esta línea, la comida y el
acto de comer activa las mismas vías cerebrales de reforzamiento que activan
las sustancias psicoactivas, como el alcohol y otras drogas, y también los
juegos de azar. Teniendo esto en cuenta, podría decirse que sí existe adicción
a la comida ya que ciertos alimentos son reforzadores primarios positivos muy
poderosos.
Una de las variables psicológicas
más importantes es lo que comúnmente se denomina “costumbres personales” y a
las que los psicólogos llamamos “hábitos conductuales”. Todos los hábitos
vinculados a la rutina diaria, los alimentos y la conducta alimentaria en
muchos casos son variables que predisponen o condicionan la obesidad y el
sobrepeso. Además, los hábitos son también la principal causa de que
recuperemos peso tras una intervención quirúrgica para el sobrepeso o tras una
dieta exitosa.
Dentro del grupo de hábitos que
son causa de la obesidad y el sobrepeso, los más comunes son la falta de
ejercicio físico y comer no-conscientemente (sin tener la mente puesta en el
momento de comer). También se encuentra dentro de este grupo de hábitos el
escoger alimentos en función del momento y el estado de ánimo, realizar otras
actividades mientras se come y pasar muchas horas sin ingerir alimentos, entre
otros.
Factores ambientales relacionados con la obesidad y el sobrepeso
Las variables ambientales son de
las más importantes, ya que la influencia del ambiente es una pieza clave en la
obesidad y el sobrepeso. En primer lugar, el ambiente en el que nos encontramos
influye muchísimo en la cantidad de alimentos que ingerimos. Por ejemplo, comer
acompañados se asocia con comer más.
El tipo de trabajo que realizamos
y el horario del mismo también se relaciona con comer en mayor o menor
cantidad. Las personas con turnos nocturnos o rotativos tienen más probabilidad
de experimentar problemas de alimentación (anorexia, bulimia, obesidad). Tanto
los cambios en la jornada laboral como trabajar por las noches se relaciona con
trastornos del sueño, cambios en el ritmo circadiano (o reloj interno); esto
provoca que no se descanse bien, el estado emocional tienda a ser negativo, y se
recurra al ajuste de la conducta alimentaria (comer mucho o poco) como manera
de regular la situación emocional.
¿Cómo es la terapia psicológica en obesidad y sobrepeso?
La terapia psicológica en
obesidad y casos de sobrepeso es un elemento imprescindible para que cualquier
dieta o intervención quirúrgica sea efectiva y sus resultados se mantengan a lo
largo del tiempo. Una vez que el psicólogo evalúa en profundidad la conducta
alimentaria, su contexto y los factores que tienen una influencia en la misma,
se plantea la intervención psicológica.
El tratamiento psicológico en
obesidad y sobrepeso siempre depende de las necesidades específicas del
paciente. En líneas generales, se abordan todos los hábitos que se relacionan
con la comida. En primer lugar, es necesario realizar una evaluación detallada
de todos los factores psicológicos vinculados con la alimentación.
¿Cómo puede ayudarte un psicólogo si tienes obesidad o sobrepeso?
El psicólogo es el profesional de
la salud especializado en comportamientos, emociones y pensamientos. Por ello,
es quien está mejor preparado para ayudarte a modificar los hábitos no
saludables y a aprender a gestionar tus emociones de manera positiva y
beneficiosa para tu autoestima.
Una intervención para la obesidad
no está completa si no hay una terapia psicológica dentro del plan de
tratamiento. Ya que, si sólo se ataca el sobrepeso, la persona pierde kilos y
esto es muy motivador y le da al individuo mucha fuerza personal y mejora su
autoestima, pero no se ataca la raíz del problema: el papel emocional de la
comida y los hábitos no saludables.
Con el pasar de los meses, si no
se ha reeducado en hábitos y si no se han ganado habilidades de afrontamiento
del estrés y emociones, la personada volverá a poner en marcha los hábitos no
saludables. Su relación con la comida no ha cambiado, solo ha bajado de peso.
Cuando solo se baja de peso y no se cambia de sistema de vida ni se cambia la
relación que se tiene con los alimentos y la conducta de comer, es probable que
se vuelva a ganar mucho peso en poco tiempo.
En este sentido, es fundamental
entender la obesidad como un problema de salud en el que las variables
psicológicas juegan un importante papel. Comprendiendo la obesidad como algo
más que sobrepeso se abre la puerta para mejorar la calidad de vida de quienes
tienen este problema de salud.
“Un cuerpo sano es un recinto
para el alma. Uno enfermo, una prisión”
-Francis Bacon-
Fuente:https://lamenteesmaravillosa.com/obesidad-como-puede-ayudarte-un-psicologo/